Pastrana

Descripción
Muy bonita ruta, muy recomendable salvo que haya llovido mucho o haga más de 0 grados. Esta ruta está más al sur de la que hice en Trillo y también en Guadalajara por tierras a orilla del Tajo. El muy bonito pueblo de Pastrana que fuera glorioso en los siglos 17 y 18 donde gobernaban la princesa de Eboli, dama de parche en el ojo y sus intrigas en la corte hasta que la echaron a su bonito palacio quedando allí presa, donde gobernaron los duques de Pastrana hasta que se fueron a la corte a Madrid cayendo el pueblo en la decadencia y donde los Franciscanos pusieron muy enorme edificio lleno de monjas y curas, junto peor no revueltos y desde donde la inquisición dirigía sus iras hacia los infieles a los que torturaba bajo terribles sufrimientos sembrando el terror dirigidos por la orden de Calatrava, pues desde este pueblo, enfrente del palacio ducal salí contento buscando el descenso hacia mi camino que subía paralelo a la carretera por frías huertas con las granadas abiertas y comidas por los pájaros hasta llegar a empinada pendiente cementada y resbalosa por el hielo del frío invierno, subí hasta el collado donde un llano camino me llevaba por la llanura salpicada de olivares, robles sin hojas y pequeñas fincas con grandes casas con caballos o perros, el camino era bueno y rápido, junto una finca había una gran casa abandonada, llegué a un cruce tirando a la izquierda junto a un cartel a un merendero, subiendo me desvié a la derecha por camino estrecho hacia una casa con vallas obligándome a escalar uos 30 metros para subir al camino bueno (hubiera sido mejor rodear por la izquierda por camino prioncipal), el camino siguió bueno hacia tierras de caza con mucha encina y monte bajo, habían dos todoterrenos de cazadores, al llegar arriba me desvié a la izquierda para buscar descender al valle volviendo atrás y bajando por sendero abandonado, preocupado pues abajo en el valle no se veía camino, pero allí estaba, un magnífico camino que me bajaba por el valle, al fondo se veía lo que parecía ser la extinguida central de Zorita que ya no vertirá más agua caliente al Tajo, al llegar abajo me encontré un tramo de carretera, girando a la derecha para buscar el camino de regreso. También se puede subir por buen camino a la izquierda de la carretera hasta Pastrana, pero con vistas mucho peores, al llegar al camino me encontré con "quad-treros" parados pues se les averió uno de los ocho aparatos, después de tomarnos un poco el pelo con buen humor partí por el valle arriba, al cabo de un rato zumbaron por el valle los quads, me aparté y saludé la cuadrilla que subía armando gran estruendo, más adelante pillé algunos tramos de barro pegajoso, (si lo véis mal podéis volver al camino junto a la carretera que es bueno), no obstante al coger la primera pendiente se acabó el temido barro pero la pendiente era potente, subiendo de 650 a casi 900 metros, pero mereció la pena las vistas espectaculares mientras cuatro buitres me sobrevolaban en círculo, ¿acaso tenía tan mala pinta?, el camino era espectacular por toda la cuerda sobre montañas de yeso, al final había un equeño tramo de pinares, luego otro de pinos quemados y una bajada a un camino que venía desde el valle, bajando a toda tralla hasta la carretera, allí me desvié por carretera estrecha hacia el enorme convento franciscano y volví a Pastrana donde comí ración de oreja en el kiosco de la bonita plaza.